Vi esta película cuando se estrenó, yo estaba estudiando en New York, huyendo de una relación tóxica y sentí una conmoción muy profunda. Ver ese Buenos Aires tan familiar y a la vez, nunca así retratado. Crudo y bello. Doloroso. Nunca Piazolla me sonó tan cercano, nunca los azulejos de un baño de Corrientes me quedaron tan grabados. Ese tango bailado en la cocina, esas cataratas que devoran, la cantina “Los Amigos” de La Boca. Una historia de amor y desamor, de intentar poner distancia, de viajar para escapar y para reencontrarse. En en los sentimientos que despertó en mí Happy Together, está la semilla de Nadie Nos Mira. Tuve que borrar las huellas de esa película en la mía, porque no me interesa “citar” sino convocar esos fantasmas, de manera más tangencial. / Julia Solomonoff (cineasta)