En clave de road movie lésbica y erótica, La película que sacudió el amperímetro de la competencia argentina del festival, tiene como punto de partida una pareja cuyo objetivo es rodar una película porno. En la travesía, que va de Ushuaia a Necochea, se sumarán otras mujeres, que irán conformando un loop de cuerpos que se entrecruzan a partir del placer puro. Las mujeres hacen que sus cuerpos se vuelvan los verdaderos protagonistas. No importa de qué mujer sea, lo que interesa es ejercer la libertad del goce sexual, y abolir toda convención social o dogma religioso. La realizadora critica la sociedad capitalista con dominio heterosexual, y va en busca de un cambio de paradigma. En el guion su discurso se opone al verticalismo machista de las Instituciones, y las desafía a través de un relato anárquico y poético al mismo tiempo. Con escenas de sexo explícito, escapa a cualquier intento de categorización, y desafía al espectador con una búsqueda tan rotunda como tangible, la de sus protagonistas y su propia erótica en un mundo que desdeña el placer de los sentidos. Al mismo tiempo, hay una voz en off que instaura un discurso que se pregunta constantemente sobre el mismo proceso de creación, la representación de los cuerpos en pantalla y la sexualidad. El lenguaje asume una identidad política con respecto a estos temas, como si socavara la lógica patriarcal con una ferocidad sorprendente. Albertina Carri da continuidad a su reputación de cuestionar toda búsqueda de confort en los lugares comunes de lo correcto. “El problema no es la representación de los cuerpos; el problema es cómo estos cuerpos se vuelven paisaje ante la cámara” dice la directora sobre su película Las hijas del fuego, ganadora de la competencia oficial argentina del 20º BAFICI y catalogada por la prensa como “una de las películas más provocativas del festival”.

Premio MEJOR PELICULA Competencia Argentina