Hermanadxs por el cine – Editorial febrero 2020

Cuando lo único que ilumina la sala, literal y metafóricamente, es la pantalla, el cine nos aproxima a lxs demás. Una vez que se apagan las luces de sala nos sentimos semejantes ante la complejidad de sensaciones que cada película propone.
A pesar de la particularidad de toda experiencia subjetiva, existe algo en común, algo compartido entre los espectadores de un film, algo que además lo trasciende como tal.
Esa penumbra que genera cierto estado de orfandad ante lo desconocido y cierta sensación de indefensión, es al mismo tiempo el preludio de un ritual que nos reúne y nos cobija con otrxs. Es en ese sentido que me atrevo a decir que el cine como experiencia no entiende de edades, ni de lugares de pertenencia, ni de orígenes. Luego de más de una década de El Cairo como espacio público estoy convencido de que el cine nos iguala, nos emparenta, nos hermana. No sólo como espectadores sino, especialmente, como
ciudadanos.

Ariel Vicente
Coordinador y Programador de El Cairo Cine Público