En compañía de su vieja radio, Pedro (60), un viejo sereno nocturno, custodia los silentes pasillos de una obra en construcción. Por las mañanas, recorre en colectivo los pocos kilómetros que lo separan de “La Calera”, una pequeña ciudad donde posee una casa humilde, para pasar tiempo con su hijo menor Juampi (7). Pese a la distancia generacional y las dificultades que presenta ser padre soltero, Pedro busca constantemente acercarse a su hiperactivo hijo.
Mientras su padre trabaja, Juampi pasa el tiempo al cuidado de su hermano y su cuñada. La joven pareja discute sobre la idea de hacerse una casa ocupando paulatinamente un terreno y Juampi empieza a proyectar en su cuñada, la figura de su madre ausente. Son tiempos de profundos cambios políticos en la Argentina y Pedro sigue las noticias intermitentemente por la radio mientras pasa tiempo en soledad dentro de la obra.
En un nuevo intento por afianzar su vínculo, Pedro decide llevar a Juampi de campamento, antes de que el tiempo irremediablemente los separe.